Mary Somerville: Pionera de la Ciencia y la Divulgación Científica
Mary Somerville, matemática y científica escocesa, fue una de las mujeres más influyentes en la ciencia del siglo XIX, destacándose en un mundo dominado por hombres. A pesar de las barreras sociales y de género que enfrentó, su determinación y pasión por el conocimiento la llevaron a convertirse en una figura clave en la divulgación científica y en el desarrollo de las matemáticas y la astronomía.
Desde su juventud, mostró una curiosidad innata por la naturaleza y el aprendizaje, iniciando un proceso autodidacta que le permitió acceder a conocimientos que, en su época, estaban vedados para las mujeres. Su primer matrimonio con Samuel Greig le otorgó una independencia económica que, tras enviudar, utilizó para profundizar en su educación matemática y científica. Con su segundo esposo, William Somerville, encontró un apoyo crucial para su desarrollo académico, lo que le permitió establecer contacto con grandes científicos de la época, como Laplace y Herschel.
Su contribución más notable fue la traducción y contextualización de la Mécanique Céleste de Pierre-Simon Laplace, publicada como Mechanism of the Heavens, un trabajo que no solo permitió la difusión de las teorías del astrónomo francés en Inglaterra, sino que también añadió explicaciones y desarrollos propios que la convirtieron en una obra de referencia. Su éxito la llevó a escribir The Connection of the Physical Sciences, donde integró distintas ramas del conocimiento en una visión unificada del universo. Además, su obra Physical Geography se convirtió en un texto fundamental en la educación inglesa, marcando un precedente en la geografía científica.
A lo largo de su carrera, Somerville recibió reconocimientos significativos, como la medalla de honor de la Sociedad Astronómica y una pensión vitalicia del gobierno británico. Sin embargo, a pesar de su prestigio, nunca pudo ser miembro de la Royal Society, debido a su condición de mujer. Su legado no solo radica en sus aportaciones científicas, sino también en su lucha por la igualdad de género en la educación y la ciencia.
Su última obra, Molecular and Microscopic Science, muestra su interés constante por la evolución del conocimiento y su compromiso con la divulgación. Falleció a los 92 años, dejando una obra extensa y un impacto incalculable en la comunidad científica. Su vida es un testimonio de resistencia, perseverancia y amor por la ciencia, abriendo camino para futuras generaciones de mujeres.