Infancia y Educación:
Nettie Maria Stevens nació el 7 de julio de 1861 en Cavendish, Vermont, en una familia de clase media. Su madre murió cuando Nettie era pequeña, y fue su padre, William, quien la crió junto con sus hermanas. Debido a lo ocurrido se mudó a Westford con su familia.En aquella época para las mujeres no era algo habitual, pero Nettie logró asistir a la Academia Westford, y pudo especializarse en biología. Aunque comenzó su formación académica tarde, estudió en la Universidad de Stanford y en la de Bryn Mawr, donde se interesó por la genética y la zoología, áreas en las que destacó.
Carrera:
Nettie Stevens es conocida por su investigación en genética, especialmente por descubrir el cromosoma sexual. Trabajó en la Universidad de Bryn Mawr y estudió los cromosomas de insectos. Fue una de las primeras en sugerir que los cromosomas sexuales determinan el sexo. Con el escarabajo Tenebrio molitor, demostró que los machos tienen cromosomas sexuales XY y las hembras XX, respaldando la idea de que el sexo depende de la combinación de cromosomas heredados.
Legado:
Stevens trabajó en una época en la que las mujeres científicas se enfrentaban a barreras significativas, pero su pasión y dedicación le permitieron avanzar en su carrera. Hoy, su legado es conmemorado, a través de la investigación genética y la educación en ciencias biológicas.
Relación con Thomas Hunt Morgan: Aunque Stevens fue la primera en descubrir la relación entre los cromosomas y la determinación del sexo, Morgan es a menudo acreditado por el mismo descubrimiento debido a su mayor visibilidad en la comunidad científica de la época.
Obras Principales:
"Sex Determination in the Tenebrio Molitor" (1905): En esta obra fundamental, Nettie Stevens describió sus descubrimientos sobre cómo los cromosomas determinan el sexo de los individuos.
Contribuciones a la teoría de la genética: Sus investigaciones ayudaron a sentar las bases para estudios más amplios sobre la genética y la transmisión de los rasgos heredados.
Curiosidades:
Nettie Stevens fue una de las primeras mujeres en destacarse en un campo científicamente competitivo y altamente masculino. A pesar de las dificultades, continuó trabajando incansablemente, ayudando a ampliar el alcance de la biología genética.