Rita Levi-Montalcini nació en Turín el 22 de abril de 1909 y falleció Roma el 30 de diciembre de 2012. Fue una neuróloga italiana reconocida por sus aportes fundamentales en el campo de la neurobiología. Nació en una familia judía sefardí y era la menor de cuatro hermanos. Su padre, Adamo Levi, ingeniero eléctrico y matemático, y su madre, Adele Montalcini, pintora, fomentaron un ambiente culturalmente enriquecedor, aunque con una visión tradicional que inicialmente desalentó la educación universitaria de sus hijas. A los 20 años, Rita convenció a su padre para que le permitiera estudiar medicina, ingresando en la Universidad de Turín, donde se graduó con honores en 1936.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las leyes raciales fascistas le impidieron continuar su carrera académica debido a su origen judío. Lejos de desanimarse, estableció un laboratorio improvisado en su dormitorio, donde investigó el crecimiento de las fibras nerviosas en embriones de pollo, sentando las bases de sus futuros descubrimientos.
En 1947, aceptó una invitación del profesor Viktor Hamburger para unirse a la Universidad de Washington en San Luis, Estados Unidos. Allí, junto al bioquímico Stanley Cohen, aisló y describió el factor de crecimiento nervioso (NGF), una proteína esencial para el desarrollo y supervivencia de las neuronas. Este hallazgo revolucionó la comprensión del sistema nervioso y le valió, junto a Cohen, el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1986.
Tras décadas de investigación en Estados Unidos, Levi-Montalcini regresó a Italia, donde fundó y dirigió el Instituto de Biología Celular del Consejo Nacional de Investigaciones en Roma. En 2001, fue nombrada senadora vitalicia por el presidente italiano Carlo Azeglio Ciampi, en reconocimiento a sus contribuciones científicas y sociales.
Rita Levi-Montalcini trabajó activamente hasta su fallecimiento a los 103 años, dejando un legado perdurable en la ciencia y sirviendo de inspiración para generaciones futuras.