Rita Levi Montalcini

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"Sobre todo no temáis los momentos difíciles: lo mejor viene desde allí"

Biografía de Rita Levi Montalcini

Rita Levi Montalcini era una neurobiologa italiana. Nació el 22 de abril de 1909 en Turín, Italia. Tenía cuatro hermanos y ella era la más joven de los cuatro junto a su hermana gemela Paola. Su padre, Adamo Levi, era ingeniero eléctrico y su madre, Adele Montalcini, pintora. Cuando su antigua niñera – Giovanna- murió de cáncer, Rita decidió estudiar medicina. Su profesor era Giuseppe Levi (no hacía parte de su familia) de quien aprendió la importancia del rigor y el método a la hora abordar disciplinas científicas. En 1936 Rita se licenció e inició los estudios en neurología y psiquiatría. En 1937 pero su carrera científica estuvo a punto de interrumpirse ya que según las leyes raciales los que procedían de familias judías no podían ocupar puestos de investigación.
Ese año se mudó a Bélgica y trabajó como investigadora en un instituto de neurobiología de Bruxelles. En 1940 durante la invasión de Bélgica por los alemanes volvió a Turín con su familia e instaló un pequeño laboratorio en su habitación para seguir su investigación. Un artículo (de Viktor Hamburger) sobre los efectos del arrancamiento de extremidades en pollos la inspiró a estudiar el crecimiento de las fibras nerviosas en los pollos. Aunque tuvo que huir de nuevo en 1943 en un pueblo al sur de Florencia, logró sobrevivir con su familia hasta el final de la guerra. El trabajo que desarrolló en estas condiciones tan precarias, sobre sustancias que hoy se conocen como factores neurotróficos, fue la base de gran parte de su investigación. Finalizada la guerra, volvió a Turín y el mismo Viktor Hamburger – que inspiró su investigación- le ofreció un puesto de investigadora en la Universidad de Washington. Allí descubrió la proteína que liberan las células nerviosas y que atrae el crecimiento de las ramificaciones de las neuronas vecinas.
En 1952 hizo su descubrimiento más importante y con el que ganó el Premio Nobel en 1986: el factor de crecimiento nervioso (Nerve Growth Factor – NGF). Puedes imaginarte al NGF como un asistente que le dice a las células del cerebro cómo crecer y conectarse entre ellas, sobre todo cuando somos bebés o incluso antes de nacer. Así como las plantas necesitan agua y sol para crecer, nuestras células nerviosas necesitan el NGF para desarrollarse bien y funcionar correctamente. Gracias a su descubrimiento, los científicos hoy entienden mucho mejor cómo crece el cerebro y cómo ayudar cuando algo no va bien.
Falleció el 30 de diciembre de 2012.