Rita Levi-Montalcini fue una neuróloga italiana de origen judío, reconocida por sus contribuciones fundamentales a la neurociencia. Nació el 22 de abril de 1909 en Turín, Italia, en una familia que inicialmente se mostró opuesta a que estudiara medicina, pero ella decidió seguir su vocación en el campo científico. Estudió Medicina en la Universidad de Turín, donde se graduó en 1936, y comenzó a interesarse por la biología y la fisiología, lo que la llevó a especializarse en neurociencia.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las leyes raciales fascistas del régimen de Mussolini le impidieron continuar su trabajo en la universidad. Sin embargo, no se rindió y creó un laboratorio improvisado en su casa, donde continuó sus investigaciones sobre el crecimiento de las neuronas en embriones de pollo. Tras la guerra, se trasladó a Estados Unidos, donde colaboró con Stanley Cohen, con quien descubrió el Factor de Crecimiento Nervioso (NGF), un hallazgo revolucionario que no solo cambió la neurociencia, sino que también abrió nuevas puertas para el tratamiento de diversas enfermedades neurológicas.
En 1986 recibió el Premio Nobel de Medicina junto a Stanley Cohen por su trabajo sobre el NGF. Además de su gran carrera científica, Levi-Montalcini fue una defensora de la educación y la igualdad de género, luchando por la inclusión de las mujeres en la ciencia y promoviendo la formación académica para todos. En Italia, se le nombró senadora vitalicia, lo que le permitió seguir influyendo en la política científica y social de su país. En 2005, fundó el Instituto Europeo de Investigación del Cerebro (EBRI).
Rita Levi-Montalcini falleció el 30 de diciembre de 2012 en Roma, a los 103 años. Su legado perdura no solo en los avances científicos que realizó, sino también en su lucha por la igualdad, la educación y el progreso en la ciencia. Su vida es un ejemplo de dedicación, y pasión por el conocimiento.