Rosalind Elsie Franklin fue una destacada científica británica cuya labor en el campo de la cristalografía de rayos X permitió la comprensión de la estructura del ADN. A pesar de sus contribuciones fundamentales, su trabajo fue eclipsado durante mucho tiempo por sus colegas masculinos. No obstante, en la actualidad su legado es ampliamente reconocido como esencial para el avance de la biología molecular y la genética.
Rosalind Franklin nació el 25 de julio de 1920 en Londres, en el seno de una familia judía de clase alta. Desde temprana edad mostró una gran habilidad para las ciencias y la matemática. Fue educada en la escuela St. Paul’s Girls' School, una de las pocas instituciones que fomentaban la educación científica de las mujeres en aquella época.
En 1938, ingresó en el Newnham College de la Universidad de Cambridge para estudiar ciencias naturales, donde se especializó en química. Su capacidad y disciplina le permitieron destacar, obteniendo el título de licenciatura en 1941. Posteriormente, recibió una beca de investigación para trabajar en el Laboratorio de Física Química de la Universidad de Cambridge, donde inició su experiencia con técnicas de cristalografía de rayos X.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Franklin trabajó en la Asociación Británica de Investigación sobre el Carbón, donde estudió la porosidad del carbón y sus aplicaciones para el desarrollo de filtros de gas. Este trabajo la llevó a obtener su doctorado en 1945. Posteriormente, se trasladó a París para trabajar en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado, donde perfeccionó su conocimiento en cristalografía de rayos X bajo la tutela de Jacques Mering.
En 1951, Franklin regresó a Londres para unirse al King's College, donde aplicó sus conocimientos en cristalografía al estudio del ADN. Fue allí donde, sin saberlo, realizó una de las contribuciones más significativas de la historia de la biología molecular.
En el King's College, Franklin fue asignada a trabajar en la investigación del ADN mediante la técnica de difracción de rayos X. Con la ayuda de su estudiante Raymond Gosling, logró obtener imágenes de la molécula de ADN con una precisión sin precedentes. Entre estas, destaca la famosa "Fotografía 51", una imagen que revelaba la estructura helicoidal de la molécula.
Mientras Franklin analizaba meticulosamente sus resultados antes de publicarlos, Maurice Wilkins, su colega en el laboratorio, sin su conocimiento, mostró la Fotografía 51 a James Watson. Watson y Francis Crick, quienes trabajaban en la Universidad de Cambridge en la construcción de un modelo del ADN, utilizaron esta información para confirmar su hipótesis de la estructura de doble hélice.
En 1953, Watson y Crick publicaron su famoso artículo sobre la estructura del ADN en la revista *Nature*, acompañados de un artículo separado de Franklin, en el que detallaba sus propios hallazgos. Sin embargo, el reconocimiento por el descubrimiento se lo llevaron Watson y Crick, y