ROSALIND FRANKLIN

Centro Educativo:
NUESTRA SEÑORA DE MONTE-SION

Principales hitos

"No entiendo la gente que se siente tan complacida con sus logros y elige hacer menos."

Biografía de ROSALIND FRANKLIN

Soy Rosalind Franklin y nací un 25 de julio de 1920 en Notting Hill, Londres. Desde mi infancia destaqué como muy buena estudiante, especialmente en las matemáticas. Descubrí que tenía vocación de científica, pero mi padre no me apoyó. Fue mi tía quien se hizo cargo de mis gastos, así pude iniciar mis estudios en el Colegio Newnham, el Colegio Mayor Femenino de la Universidad de Cambridge.

Me hice miembro de la Sociedad Archomendanas y allí tuve mi primer contacto con la cristalografía. En 1941 me gradué en Física, Química y Matemáticas. No pude ser licenciada, porque hasta 1947 la Universidad de Cambridge no otorgaba títulos completos a mujeres, sin embargo, conseguí una beca para mi tesis doctoral. En 1942, en plena guerra mundial la Asociación Británica me ofreció un puesto de trabajo para investigar la composición química del carbón. Mis resultados, además de contribuir al esfuerzo bélico de mi país, me sirvieron al término del conflicto para defender mi tesis doctoral. En 1946, mi amiga Adrianne Weill me invitó a una conferencia y me presentó al director del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, Marcel Mathieu. Gracias a ese contacto, al año siguiente empecé a trabajar en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado en París. Allí me convertí en una experta mundial en la técnica de difracción de rayos X.

Este conocimiento resultó fundamental para mi posterior trabajo con el ADN. Tras tres años en París, regresé en 1950 a Londres con una beca para trabajar en el King’s College donde me incorporé en enero de 1951. Junto con Gosling, enfocamos nuestro trabajo en la mejora de un aparato para lograr imágenes nítidas del ADN. Presenté los resultados de mi investigación en una conferencia celebrada en noviembre de 1951. Mi compañero de laboratorio, Maurice Wilkins, con quien no me llevaba muy bien, había invitado a dos científicos que estaban investigando también la estructura del ADN: Francis Crick y James D. Watson. Wilkins enseñó a sus dos colegas , sin mi permiso, mis imágenes del ADN. Entre ellas se encontraba la fotografía número 51, en la que se apreciaba la doble hélice del ADN. El propio Watson afirmó años después: “en cuanto vi la foto quedé boquiabierto y se me aceleró el pulso”. Con mis imágenes, más los datos que había expuesto en la conferencia y otros que Wilkins les proporcionó, Watson y Cricks publicaron su hipótesis sobre la estructura del ADN en la revista Nature en 1953. Diez años más tarde, fueron galardonados con el premio Nobel de Medicina.

Durante un viaje, en 1956, comencé a sentirme enferma. El diagnóstico confirmó la gravedad de mi estado, un cáncer de ovarios. Me sometí a varias operaciones y quimioterapia y continué trabajando. En 1958, me fue concedida una beca para el Instituto Nacional de Salud de los EEUU. No pude comenzar este trabajo ya que sufrí una importante recaída en mi enfermedad y el 6 de abril fallecí en Londres cuando solo contaba con 37 años.