Rosalind Franklin

Centro Educativo:
IES Consuelo Aranda

Principales hitos

“La ciencia y la vida cotidiana no pueden ni tienen que ser separadas.”

Biografía de Rosalind Franklin

Rosalind Franklin fue una destacada química y cristalógrafa británica cuyo trabajo fue fundamental para el descubrimiento de la estructura del ADN. A pesar de que su contribución no fue plenamente reconocida en vida, su investigación con la difracción de rayos X permitió obtener imágenes cruciales que llevaron a la identificación de la doble hélice del ADN.

Nació el 25 de julio de 1920 en Londres, en el seno de una familia judía de clase alta. Desde pequeña mostró una gran inclinación por la ciencia y la educación, estudiando en la escuela St. Paul’s, una de las pocas instituciones que fomentaban el interés de las mujeres en la ciencia. Posteriormente, ingresó en la Universidad de Cambridge, donde se especializó en química física.

Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó en la investigación del carbón y el grafito en el Laboratorio del Servicio de Investigación de Carbón Británico, desarrollando conocimientos en cristalografía de rayos X. Este trabajo le permitió obtener su doctorado en 1945. Luego, se trasladó a París, donde perfeccionó sus habilidades en la técnica de difracción de rayos X en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado.

En 1951, Franklin regresó a Inglaterra para trabajar en el King’s College de Londres. Allí realizó experimentos cruciales con la difracción de rayos X del ADN. Su famosa "Fotografía 51" fue clave en la identificación de la estructura de doble hélice del ADN, pero sin su conocimiento, esta imagen fue mostrada a James Watson y Francis Crick, quienes utilizaron la información para desarrollar su modelo del ADN. En 1953, Watson y Crick publicaron su hallazgo en la revista Nature, sin reconocer la importancia del trabajo de Franklin en su descubrimiento.

Tras su paso por el King’s College, Franklin trabajó en el Birkbeck College en Londres, donde se enfocó en la investigación de estructuras virales. Su trabajo en este campo también resultó innovador y sentó bases para futuras investigaciones en virología.

Lamentablemente, en 1956 le fue diagnosticado un cáncer de ovario, probablemente debido a su exposición prolongada a la radiación en sus experimentos. A pesar de su enfermedad, continuó trabajando hasta su fallecimiento el 16 de abril de 1958, a la edad de 37 años.

Rosalind Franklin no recibió el reconocimiento merecido en vida, y su papel en el descubrimiento del ADN fue opacado por sus colegas masculinos. No obstante, con el paso del tiempo, su legado ha sido reivindicado, y hoy es considerada una de las científicas más influyentes del siglo XX. Su contribución a la ciencia sigue inspirando a nuevas generaciones de investigadores.