Rosalind Franklin nació el 25 de julio de 1920 en Londres, Inglaterra, en una familia judía de clase media. Desde joven, mostró un gran interés por la ciencia, lo que la llevó a estudiar química en el University College de Londres, donde se graduó en 1941. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó en el desarrollo de métodos para la producción de carbón y, tras la guerra, se dedicó a la investigación en cristalografía de rayos X.
En 1951, Franklin se unió al laboratorio de John Randall en el King's College de Londres, donde comenzó a investigar la estructura del ADN. Su trabajo fue fundamental para obtener imágenes de difracción de rayos X que revelaron la forma helicoidal del ADN. Sin embargo, su contribución fue en gran parte ignorada en su momento, y su famosa fotografía, conocida como "Fotografía 51", fue utilizada sin su consentimiento por James Watson y Francis Crick, quienes, junto con Maurice Wilkins, recibirían el Premio Nobel en 1962 por el descubrimiento de la estructura del ADN.
A pesar de los desafíos que enfrentó como mujer en un campo dominado por hombres, Franklin continuó su carrera en la investigación, trabajando en la estructura de virus y el carbón. En 1956, se unió al Birkbeck College, donde realizó investigaciones sobre el virus del mosaico del tabaco y el virus de la polio.
Lamentablemente, Rosalind Franklin falleció el 16 de abril de 1958 a la edad de 37 años debido a un cáncer de ovario. Su legado ha crecido con el tiempo, y hoy es reconocida como una pionera en la biología molecular y un símbolo de la lucha por el reconocimiento de las mujeres en la ciencia. Su trabajo no solo fue crucial para entender el ADN, sino que también sentó las bases para muchos avances en la biología moderna.