Rosalind Elsie Franklin nació el 25 de julio de 1920 en Londres, en una familia judía influyente. Su padre, Ellis Arthur Franklin, era banquero y profesor, y su madre, Muriel Frances Waley, provenía de una familia intelectual. Rosalind tuvo cuatro hermanos y desde pequeña mostró una gran inteligencia, destacando en matemáticas y ciencia. Estudió en St Paul’s Girls’ School, una de las pocas escuelas que enseñaban física y química a mujeres. En 1938 ingresó en el Newnham College de la Universidad de Cambridge, especializándose en química. Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó en la British Coal Utilisation Research Association, donde investigó la porosidad del carbón, un estudio que le valió su doctorado en 1945.En 1947 se trasladó a París para trabajar con Jacques Mering, convirtiéndose en experta en difracción de rayos X. En 1951 regresó a Londres para investigar la estructura del ADN en el King’s College. Allí capturó la famosa “Fotografía 51”, una imagen clave para determinar la estructura helicoidal del ADN. Sin embargo, sin su consentimiento, su trabajo fue utilizado por James Watson y Francis Crick, quienes publicaron el modelo de la doble hélice en 1953 y recibieron el Premio Nobel en 1962, sin reconocer plenamente su contribución. Tras dejar el King’s College, Franklin se unió al Birkbeck College, donde se enfocó en el estudio de virus como el del mosaico del tabaco y la poliomielitis, contribuyendo significativamente a la virología estructural. A pesar de su brillante carrera, en 1956 fue diagnosticada con cáncer de ovario. Continuó investigando hasta poco antes de su fallecimiento el 16 de abril de 1958, a los 37 años. Su legado ha sido reivindicado con el tiempo, reconociéndola como una de las científicas más influyentes del siglo XX.