Rosalind Franklin fue una científica inglesa que ayudó a descubrir la estructura del ADN, aunque durante muchos años no recibió el reconocimiento que merecía. Nació el 25 de julio de 1920 en Londres, en una familia que valoraba mucho la educación. Desde pequeña, le encantaba aprender y tenía claro que quería dedicarse a la ciencia, algo poco común en las mujeres de su época.
Estudió química en la Universidad de Cambridge y, después de graduarse, trabajó en investigaciones importantes. Uno de sus primeros logros fue en 1945, cuando estudió el carbón y el grafito. Gracias a sus descubrimientos, se mejoraron materiales industriales y se crearon mejores filtros de gas, útiles incluso durante la guerra. En 1951, empezó a trabajar en el King’s College de Londres, donde investigó el ADN. Usando una técnica especial con rayos X, logró tomar una imagen muy clara de esta molécula. Esa imagen, conocida como la Foto 51, fue clave para descubrir
que el ADN tiene forma de doble hélice, como una escalera en espiral. Sin embargo, otros científicos (Watson y Crick) usaron su imagen sin permiso para completar su modelo del ADN, y fueron ellos los que ganaron el Premio Nobel en 1962. Rosalind no fue reconocida en ese momento, aunque su trabajo fue esencial. Después de eso, Rosalind trabajó con virus, como el del mosaico del tabaco. En 1954, descubrió cómo estaba formado ese virus, ayudando a entender mejor cómo actúan los virus en los seres vivos.
Por desgracia, en 1958, Rosalind murió a los 37 años por un cáncer de ovarios. Se cree que la exposición constante a la radiación en el laboratorio pudo haber tenido algo que ver con su enfermedad.
Aunque durante su vida no recibió todo el reconocimiento que merecía, hoy es considerada una de las científicas más importantes del siglo XX. Rosalind Franklin demostró que con esfuerzo, pasión y valentía, una mujer también puede cambiar la historia de la ciencia.