Rosalind Franklin nació el 25 de julio de 1920 en Londres y fue una destacada química y cristalografía británica, cuyas investigaciones fueron fundamentales para comprender la estructura del ADN, el ARN, varios virus, el carbón y el grafito. Su trabajo pionero, especialmente en el uso de la difracción de rayos X, permitió obtener imágenes detalladas de moléculas cristalizadas, contribuyendo al avance de la biología molecular.
Estudió en la Universidad de Cambridge, donde se formó como científica en una época en la que las mujeres apenas tenían acceso a la investigación. Más adelante, trabajó en el King's College de Londres, donde logró fotografiar el ADN con una precisión nunca antes vista. Su famosa "Fotografía 51", obtenida mediante rayos X, fue clave para que Watson y Crick propusieran el modelo de doble hélice del ADN en 1953. Sin embargo, su imagen fue mostrada sin su consentimiento, y su aporte fue ignorado públicamente durante mucho tiempo.
Uno de sus logros científicos más importantes fue haber sido la primera persona en sugerir de forma clara y pública que los grupos fosfato del ADN debían estar en la parte externa de la molécula, un hallazgo crucial para entender su estructura. Más adelante, en el laboratorio Birkbeck College, centró su investigación en los virus vegetales, como el virus del mosaico del tabaco, aplicando también la difracción de rayos X.
Rosalind Franklin falleció el 16 de abril de 1958 a causa de un cáncer de ovario, probablemente relacionado con su exposición constante a la radiación durante sus investigaciones. Tenía solo 37 años.
A pesar de sus importantes contribuciones científicas, no recibió en vida el reconocimiento que merecía, en gran parte debido a los prejuicios de género de su época. El Premio Nobel de Medicina de 1962 fue otorgado a Watson, Crick y Wilkins, dejando fuera a Franklin, cuya labor fue imprescindible.
Su legado ha sido reivindicado en las últimas décadas y hoy es considerada una de las figuras más importantes en la historia de la ciencia moderna.