Rosalind Franklin

Centro Educativo:
IES de Castuera

Principales hitos

"La ciencia y la vida cotidiana no pueden ni deben separarse"

Biografía de Rosalind Franklin

Rosalind Franklin nació en Londres en 1920. Desde muy pequeña mostró mucho interés por el estudio, destacando en diversas materias, entre ellas, las ciencias.

A los quince años decidió estudiar una carrera universitaria, aprobando el examen de ingreso en el Newnham College de Cambridge, lo cual supuso cierta controversia en la familia, ya que su padre no veía con buenos ojos que una mujer estudiara en la universidad. Sin embargo, tanto su tía como su madre la ayudaron en este sentido y en 1941 obtuvo su graduación universitaria en Química-Física.

En plena Segunda Guerra Mundial, en 1942, obtuvo un puesto de ayudante en un organismo británico dedicado a la investigación sobre el carbón y sus derivados, estudios que sirvieron para la fabricación de máscaras antigás.

Posteriormente, en 1945 se doctora en Química por la Universidad de Cambridge. Un año más tarde se trasladó a París para trabajar en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado, aprendiendo el manejo de las técnicas de la difracción de rayos X en cristales, lo que posteriormente sería vital para la obtención e interpretación de la denominada “Fotografía 51”.

En 1951 regresó a Londres, al King’s College, a la Unidad de Biofísica, donde comenzó sus investigaciones sobre el ADN, investigaciones que también estaba realizando Maurice Wilkins, con quien mantuvo constantes desavenencias. En un entorno machista y difícil, Rosalind obtuvo una fotografía de difracción de rayos X de una fibra de ADN, la famosa “Fotografía 51”, que revelaba de manera inconfundible la estructura helicoidal del mismo.

Los años posteriores se dedicó al estudio de la cristalografía de virus sin sospechar que sus investigaciones sobre el ADN serían tan importantes que conducirían a Wilkins, James Watson y Francis Crick a obtener el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1962. Ellos, no obstante, no hicieron ningún esfuerzo por reconocer las aportaciones de Rosalind. Sólo muchos años después y gracias a otros científicos y amigos de ella, se ha sabido que una buena parte de los datos sobre los que se basa la estructura molecular del ADN que describieron los premiados provenían de las investigaciones que desarrolló la científica durante sus años en el King’s College.