Rosalyn Sussman Yalow fue una destacada física estadounidense, nacida el 19 de julio de 1921 en Nueva York, cuya contribución al campo de la medicina revolucionó la forma en que se miden y analizan sustancias biológicas en el cuerpo humano. Su trabajo la llevó a convertirse en una de las científicas más influyentes de su época y en una pionera en la lucha por la igualdad de género en el ámbito científico.
Desde muy joven, Rosalyn mostró un gran interés por las ciencias, lo que la llevó a estudiar física en el Hunter College, donde se graduó en 1941. Posteriormente, obtuvo su doctorado en física nuclear en la Universidad de Illinois en 1945, siendo la única mujer en su departamento en ese momento. Su perseverancia y talento la llevaron a superar numerosos obstáculos en un campo predominantemente masculino.
A lo largo de su carrera, trabajó en el desarrollo de técnicas innovadoras para la detección de sustancias en fluidos corporales. En colaboración con Solomon Berson, desarrolló la técnica de radioinmunoensayo (RIA), un método revolucionario que permitió medir concentraciones mínimas de hormonas y otras sustancias biológicas en la sangre con una precisión sin precedentes. Esta técnica tuvo un impacto significativo en la medicina, facilitando el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades, como la diabetes y los trastornos hormonales.
En reconocimiento a su trabajo, Rosalyn Sussman Yalow recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1977, convirtiéndose en la segunda mujer en la historia en recibir este prestigioso galardón en esta categoría. Su investigación no solo salvó innumerables vidas, sino que también inspiró a futuras generaciones de científicas a seguir sus pasos en el ámbito de la investigación y la innovación.
Además de sus logros científicos, Yalow fue una ferviente defensora de la igualdad de género en la ciencia. Durante toda su vida, luchó por la inclusión de las mujeres en campos dominados por hombres y alentó a muchas jóvenes a perseguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Su legado sigue vivo hoy en día, no solo en la aplicación de su técnica, sino también en el impacto que tuvo en la comunidad científica y en la promoción de la diversidad en la investigación.
Rosalyn Sussman Yalow falleció el 30 de mayo de 2011 a los 89 años, dejando un legado imborrable en la historia de la ciencia y la medicina. Su trabajo sigue siendo una referencia en la endocrinología y ha permitido grandes avances en la detección temprana y el tratamiento de enfermedades. Su historia es un testimonio de perseverancia, dedicación y pasión por la ciencia, recordándonos que la innovación y el conocimiento no tienen género y que cualquier persona con determinación y talento puede cambiar el mundo.