Rosalyn Yanlow

Centro Educativo:
IES López de arenas

Principales hitos

«Cualquiera sea lo que haga una mujer debe hacerlo el doble de bien que un hombre para que sea considerada la mitad de buena.»

Biografía de Rosalyn Yanlow

Rosalyn Sussman (Nueva York, 19 de julio de 1921 – 30 de mayo de 2011) fue una física estadounidense. Dedicada a la investigación de hormonas en el hospital de veteranos del Bronx. Recibió el Premio nobel en fisiología o Medicina en 1977, compartido con el polaco Andrew Victor Schally y el francés Roger Guillemin, por sus progresos en el terreno de las hormonas péptidas del radioinmunoensayo. En 1976, fue la primera mujer a quien se le otorgó el Premio Lasker (Albert Lasker Basic Medical Research Award).
Era hija de Clara Sussman, nacida en Alemania, y Simon Sussman, nacido en Nueva York en una familia proveniente de Europa del Este. Cursó estudios de física en la Universidad de Ilinois Se consideraba feminista. Decía que «si las mujeres queremos estar en permanente ascenso, debemos demostrar que somos competentes, que tenemos coraje y que contamos con la determinación necesaria para triunfar».[4] En su estudio tenía un cartel que decía:
«Cualquiera sea lo que haga una mujer debe hacerlo el doble de bien que un hombre para que sea considerada la mitad de buena.»
Su familia quería que fuera maestra primaria, pero ella logró entrar en el Departamento de Física de la Universidad de Illinois en 1941 como asistente del profesor de la cátedra de física.] Fue la primera mujer en ser aceptada desde 1917 y era la única mujer entre cuatrocientos varones en un tiempo en el que a los judíos no les estaba permitido vivir en el «campus universitario», pero eso no la amedrentó.
Allí conoció a su marido, el físico Aaron Yalow, quien la inició en el conocimiento del judaísmo, pues ella no había sido observante pero desde entonces adoptó en su casa los hábitos y la atmósfera del judaísmo ortodoxo. Sus excelentes notas en las materias teóricas hicieron que el Jefe del Departamento de Física comenta que eso demostraba que «las mujeres no son buenas para el laboratorio». Esa discriminación sutil tampoco la amedrentaba. Estaba muy convencida de adónde quería llegar.
A pesar de todo su empeño y dedicación, en su carrera tuvo tiempo para ser esposa y madre de dos hijos: un varón en 1952, Benjamín y luego una niña en 1954, Eliana, ambos profesionales de adultos. Vivió con su marido hasta la muerte de él en 1992.
Fue la primera mujer en doctorarse en la Universidad de Illinois y de las pocas mujeres en ganar un premio nobel, durante toda su vida se dedicó al estudio de hormonas en el hospital de veteranos del Bronx, hasta que murió el 20 de Mayo de 2011 debido a la radiación.