Sophie Germain, fue una matemática y física francesa autodidacta. Fue una de las maestras de la teoría de elasticidad e importantes contribuciones en teoría de números, en física matemática, acústica y elasticidad. Uno de sus trabajos más importantes fue el estudio de los números primos.
Nació en Rue Saint-Denis, París, Francia el 1 de abril de 1776 en una familia de la nobleza, su madre Marie-Madeleine Germain y su padre Ambroise-François Germain maestro orfebre y miembro del tercer Estado en la Asamblea Constituyente de 1789 Debido a las revueltas de la Revolución Francesa estuvo encerrada en su casa a sus trece años pensando que a su familia solo le interesaba la política y el dinero donde se refugió leyendo los libros de la biblioteca de su padre. Su interés por las matemáticas surgió después de leer "Histoire des mathématiques" de Jean-Baptiste Montucla donde le llamó la atención la historia de Arquímedes. Siguió con el tratado de aritmética de Étienne Bézout y el de cálculo diferencial de A. J. Cousin, después de aprender latín sin ninguna ayuda, con las obras de Isaac Newton y de Leonhard Euler. Fue autodidacta. A pesar de la oposición inicial de sus padres y de las dificultades que se le presentaron en la sociedad, adquirió su educación utilizando el seudónimo de Antoine Auguste LeBlanc, para hacerse pasar por un hombre y estudió en la universidad de Gotinga. Germain tuvo un interés especial en las enseñanzas de Joseph-Louis Lagrange y, bajo el seudónimo de “Sr. Le Blanc” le envió varios artículos. Lagrange se impresionó tanto por estos artículos que le pidió a Le Blanc una entrevista y Germain se vio forzada a revelarle su identidad. Aparentemente Lagrange reconoció el talento filósofo por encima de los prejuicios y decidió convertirse en su mentor. Nunca se casó, y dependió económicamente durante toda su vida del soporte económico que le brindó su familia. Por ser mujer, no pudo vivir de una carrera profesional como matemática, pero aún así, trabajó de manera independiente durante toda su vida. Falleció a los 55 años el 27 de junio de 1831 en París, Francia, debido a un cáncer de mama, en 1831. Pese a que la enfermedad se le había manifestado dos años antes, continuó hasta el final volcada en su trabajo.