Sofía Kovalevskaya

Centro Educativo:
Colegio Misioneras de la Providencia

Principales hitos

"Es imposible ser matemático sin tener el alma de un poeta".

Biografía de Sofía Kovalevskaya

Sofía Vasílievna Kovalevskaya nació el 15 de enero de 1850 en Moscú, Rusia, en el seno de una familia noble. Desde temprana edad, mostró una extraordinaria capacidad para las matemáticas, pero su camino hacia el mundo académico no fue fácil, especialmente porque en esa época las mujeres no podían acceder a la educación universitaria formal en Rusia.
A pesar de las limitaciones impuestas por la sociedad, Sofía encontró maneras de perseguir su pasión por las matemáticas. A los 16 años, comenzó a estudiar por su cuenta y a través de tutores privados, y a los 18, se mudó a San Petersburgo con la intención de acceder a la Universidad. Dado que las universidades rusas no aceptaban a mujeres, Sofía decidió emigrar a Alemania. En 1869, se trasladó a Berlín, donde se unió a la Universidad de Berlín, que permitía la participación de mujeres en los cursos, aunque no les otorgaba grados. A pesar de los obstáculos, pudo estudiar bajo la dirección de destacados matemáticos, como Karl Weierstrass, quien la consideró una de las más brillantes estudiantes que había tenido.
En 1874, Sofía Kovalevskaya obtuvo su doctorado en matemáticas en la Universidad de Gotinga, convirtiéndose en la primera mujer en recibir un doctorado en matemáticas en Europa. Su tesis doctoral, titulada “Sobre el problema de la rotación de un cuerpo sólido alrededor de un eje fijo”, fue un trabajo pionero que abordó aspectos fundamentales de la mecánica matemática, específicamente la teoría de la rotación de cuerpos rígidos, un tema relevante en la física y la astronomía.
A los 26 años, Kovalevskaya se convirtió en la primera mujer en ser nombrada profesora en una universidad en Europa. Fue designada profesora de matemáticas en la Universidad de Estocolmo en 1884, donde continuó su carrera y obtuvo una gran reputación en el mundo académico. Durante su estancia en Suecia, se dedicó principalmente a la investigación sobre ecuaciones en derivadas parciales y problemas de análisis matemático. A través de su trabajo, hizo importantes contribuciones a la teoría de la elasticidad, las ecuaciones diferenciales y la teoría de funciones, áreas que en su tiempo eran de gran relevancia para las ciencias físicas.
A pesar de sus logros académicos, la vida personal de Sofía fue difícil. Se casó con Vladímir Kovalevsky, un hombre de su misma clase social, pero su matrimonio fue complicado, especialmente debido a la vida nómada que llevaron. Además, la combinación de su vida profesional con sus obligaciones familiares le generó tensiones. Su hija, Sofia, también fue parte central de su vida, pero la mujer científica de la época vivió con la constante presión de equilibrar su carrera y su rol tradicional como madre.