Sofía Kovalévskaya nació en Moscú el 15 de enero de 1850 y falleció en Estocolmo el 10 de febrero de 1891.
Fue una matemática y escritora rusa que hizo contribuciones significativas en los campos del análisis, las ecuaciones diferenciales parciales y la mecánica. Su nombre en ocasiones se conoce como Sophie, Sonya, Sonja o Sonia. Su apellido Kovalévskaya es la variante femenina del masculino Kovalevski.
Desde los ocho años vivió en Políbino, en una casa donde se respiraba un denso ambiente cultural y científico. Amaba desde niña la lectura y la poesía, y llegó a cultivar con éxito la autobiografía, la novela y el teatro. Pronto adquirió un pensamiento muy independiente.
A los trece años empezó a destacar en álgebra. Acerca de esa época escribió: «Comencé a sentir una atracción tan intensa por las matemáticas, que empecé a descuidar mis otros estudios». Pero su padre, un teniente general de artillería al que le horrorizaban las mujeres sabias, decidió interrumpir las clases de matemáticas de su hija. Aun así, Sofía siguió estudiando por su cuenta libros de álgebra. No entendía las fórmulas trigonométricas e intentó explicárselas a sí misma.
A partir de los conocimientos que ya tenía, Sofia explicó y analizó por sí misma lo qué era el concepto trigonométrico de seno, tal y como se desarrolló originalmente. Un profesor descubrió las facultades de Sofía, y habló con su padre para recomendarle que facilitara los estudios a su hija. Al cabo de varios años, su padre accedió, y Sofía comenzó a tomar clases particulares.
Para poder seguir unos estudios científicos en el extranjero, puesto que Rusia no daba pasaportes a mujeres solteras, ni permitía que una mujer viviera separada de su familia, Kovalévskaya pactó un matrimonio de conveniencia a los 18 años con el paleontólogo evolucionista Vladímir Kovalevski. Juntos viajaron a Viena. Ella se inscribió en la Universidad de Heidelberg en 1869, donde sus profesores le aconsejaron marchar a Berlín a recibir clases de Karl Weierstrass de forma privada, ya que la universidad no permitía la formación de mujeres.