Sophie Germain (1776-1831) fue una matemática francesa pionera en un campo dominado por hombres. Nació en París y desde joven mostró un interés excepcional por las matemáticas, a pesar de las restricciones sociales de la época que limitaban la educación de las mujeres. Sophie se dedicó a estudiar de manera autodidacta los trabajos de grandes matemáticos . A los 13 años, Sophie comenzó a estudiar textos matemáticos avanzados en secreto, ya que su padre no veía con buenos ojos que su hija se dedicara a las ciencias.
Debido a que las mujeres no podían acceder a las instituciones académicas en ese tiempo, Sophie utilizó un pseudónimo masculino, "Antoine Auguste Le Blanc", para poder corresponder con matemáticos de renombre como Lagrange. Su trabajo sobre la teoría de la elasticidad y la vibración de las membranas elásticas fue un hito en la física y la ingeniería. Además, realizó importantes contribuciones a la teoría de números, y fue una de las primeras mujeres en ser aceptadas por la Academia de Ciencias de Francia.
Uno de sus logros más notables fue su trabajo sobre el último teorema de Fermat. Aunque no resolvió el problema de manera definitiva, sus estudios iniciales sentaron las bases para futuras investigaciones.
A pesar de la adversidad, Sophie Germain logró dejar una huella imborrable en el mundo de las matemáticas. Su legado no solo reside en sus contribuciones científicas, sino también en su lucha por la igualdad de género en la ciencia, rompiendo barreras en una época donde las mujeres tenían pocas oportunidades para desarrollarse profesionalmente en áreas académicas.