Marie-Sophie Germain nació el 1 de abril de 1776 en París, Francia. Desde niña, mostró un gran interés por las matemáticas, pero debido a los prejuicios de la época, no pudo recibir una educación formal en esta disciplina. Sin embargo, estudió de forma autodidacta y logró acceder a los apuntes de la École Polytechnique bajo el seudónimo masculino M. LeBlanc, ya que las mujeres no eran aceptadas en la institución.
Sophie se destacó en el estudio de la teoría de números y la elasticidad. Se convirtió en una de las pocas personas que trabajaron en el Último Teorema de Fermat, estableciendo un caso importante en su demostración. Además, ganó un premio de la Academia de Ciencias de París por su trabajo en la teoría de la elasticidad de los materiales, lo que contribuyó a la ingeniería moderna.
A pesar de sus logros, nunca recibió pleno reconocimiento en vida y no pudo acceder a un puesto académico. Falleció el 27 de junio de 1831 debido a un cáncer de mama. Su legado ha sido reconocido con el tiempo, y hoy es recordada como una de las grandes pioneras en matemáticas y ciencia.
Uno de sus mayores aportes fue en la teoría de números, donde trabajó en el Último Teorema de Fermat y formuló el Teorema de Germain, una contribución importante para su resolución parcial. También destacó en la teoría de la elasticidad, lo que la llevó a ganar un premio de la Academia de Ciencias de París, convirtiéndose en la primera mujer en recibir tal reconocimiento.
A pesar de sus logros, nunca fue aceptada oficialmente en la comunidad científica. Falleció el 27 de junio de 1831, víctima de un cáncer de mama. En honor a su legado, su nombre fue inscrito en la Torre Eiffel junto al de otros grandes matemáticos, y hoy es recordada como una de las mujeres pioneras en las matemáticas y la física.