Sophie Germain nació en París, en 1776. A los 13 años, en plena Revolución Francesa, se refugió durante meses en la biblioteca de su padre.
Sophie fue una matemática autodidacta. De joven, no pudo ir a la universidad, ya que en su época no estaba permitido a las mujeres. Así que tuvo que investigar siempre en solitario, ya que la comunidad científica de su época era totalmente masculina.
A pesar de estas dificultades, Sophie hizo aportaciones decisivas a la Teoría de Números y al estudio de las superficies elásticas. Su teoría matemática la convirtió en la primera mujer en ganar el Premio Extraordinario de la Academia de Ciencias de París.