Stefania Mărăcineanu

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Albor Cádiz

Principales hitos

"Los descubrimientos en la ciencia son el resultado de la curiosidad y el coraje de ir más allá de lo conocido."

Biografía de Stefania Mărăcineanu

Ștefania Mărăcineanu, nació en Bucarest el 18 de junio de 1882. Fue una física rumana conocida por su labor en la investigación sobre la radiación, y en concreto, en métodos para medir la desintegración alfa. Trabajó en el Instituto del Radio de París con Marie Curie.[
En 1910 obtuvo el grado de física y química, y pronto se convertiría en profesora en el Colegio Centrar para niñas de Bucarest.[
Tras la Primera Guerra Mundial, fue a París para conseguir una especialización, en concreto, al Instituto del Radio, donde trabajó bajo las órdenes de Marie Curie. Es probable que estuviera en París desde el año 1920, en la escuela rumana fundada por Nicolae Iorga.
Publicó una gran cantidad de artículos para revistas científicas de prestigio durante los años comprendidos entre 1919 y 1930. En 1924, Ştefania observó un fenómeno: el plomo metálico que soporta dispositivos es influenciado por la radioactividad del polonio, comenzando a emitir radiación cuando el polonio actúa, pero que persiste después de que este deje de actuar.[
En 1925 fue nombrada asistenta en la Facultad de Ciencias de Bucarest, donde organizó el primer laboratorio de radioactividad de Rumanía, donde realizó sus trabajos originales. Emprendió experiencias interesantes como la obtención de lluvia artificial tanto en su país de residencia como en el extranjero, usando sales radioactivas, y obteniendo algunos resultados (como en Bărăgan o el Sahara). Publicó obras valiosas sobre el vínculo entre los terremotos y la lluvia y fue la primera en informar de que, en la víspera de un terremoto, se produce un aumento significativo de la radioactividad en el epicentro, debido a las emisiones de radón radioactivo. Esta hipótesis tuvo una gran importancia práctica y fue confirmada años más tarde.
Una década después de este descubrimiento, Frederic e Irene Joliot-Curie obtuvieron radioactividad artificial bombardeando el aluminio con partículas alfa, lo que produjo una desintegración del metal tras retirar la fuente de radiación alfa. Este descubrimiento les otorgó el Premio Nobel de Química en 1935, por sus trabajos en la síntesis de nuevos elementos radiactivos. Entre la comunidad científica se considera que Ştefania merecía haber sido asociada a este Premio Nobel, al ser la primera en identificar el fenómeno. Maracineanu también realizó observaciones novedosas en cuanto a la radioactividad artificial, el fenómeno en el que un material radioactivo es capaz de crear otro material radioactivo. En 1928, ya bajo la tutela de Henri Deslandres, publicó junto con este un extenso desarrollo sobre su investigación acerca de esta transmutación química. Este trabajo impresionó a la Reina María de Edimburgo, y Ştefania recibiría un premio en memoria del recientemente fallecido Rey Fernando, de manos de la fundación del mismo nombre.
En sus últimos años, regresó a Rumania, donde continuó investigando y enseñando, murió probablemente a causa de una enfermedad relacionada con la radiación.