Hubo un día especial en el mundo. Fue el 6 de marzo de 1937. Ese día, nació Valentina Tereshkova en una pequeña aldea cerca de Moscú (Rusia).
Su familia era sencilla. Su padre fue conductor. Falleció combatiendo en la Segunda Guerra Mundial. Su madre trabajó en una fábrica textil y, tanto ella como sus hermanos, colaboraron con su mamá para salir adelante. Valentina trabajaba de día y estudiaba de noche.
Desde niña fue curiosa y aventurera. Le encantaba el espacio. Con 20 años se apuntó a un club para aprender a saltar en paracaídas. Se convirtió en una experta en esta técnica y posteriormente en instructora.
Se enteró que la Agencia Espacial Soviética buscaba cosmonautas entre mujeres paracaidistas, Valentina decidió apuntarse a las pruebas voluntariamente. No tenía la suficiente formación pero la agencia decidió prepararla junto con otros/as aspirantes. Los entrenamientos y estudios fueron duros pero… ¡Lo consiguió!
Fue seleccionada entre más de cuatrocientos candidatos y candidatas como tripulante de la nave "Vostok 6" al superar de forma admirable todas las pruebas. La operación fue secreta pues ni siquiera su familia sabía lo que Valentina estaba haciendo.
El 16 de junio de 1963 Valentina fue lanzada al espacio. Ella misma pilotó la nave de manera exitosa. El viaje finalizó el 19 de junio de 1963 tras haber orbitado 48 veces la Tierra (70 horas y 50 minutos). Al completar las observaciones en ese tiempo, Valentina se lanzó en paracaídas ya que la nave no tenía sistema de aterrizaje.
Después de esta intensa expedición, Valentina se graduó en Ingeniería Espacial y trabajó como instructora de nuevos cosmonautas. Es toda una heroína en su país. Nunca más subió al espacio pero no dejó de soñarlo.
¡Menuda crack Chaika!
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