Valentina Tereshkova nació el 6 de marzo del 1937 en Bol’shoe Maslennikovo, en Rusia. Se crió en una familia humilde. Su padre se llamaba Vladimir Tereshkov, su madre Elena Tereshkova y su hermana se llamaba Ludmila Tereshkova.Valentina no fue al colegio hasta los 8 años y poco después abandonó su formación académica para trabajar en una fábrica textil. Este suceso fue debido a la muerte de su padre. Desde pequeña quiso ser maquinista. Más adelante, antes de los 20 años, mostró un gran interés en el paracaidismo, y se unió al aeroclub local, e incluso recibió el título de instructora en esta especialidad.
El 16 de junio de 1963, a sus 26 años, se convirtió en la primera mujer en volar al espacio exterior en la nave Vostok 6, dentro del programa espacial Vostok donde quisieron comprobar los efectos del espacio en el cuerpo de una mujer. Su misión duró 71 horas aproximadamente y durante ella, orbitó la tierra 48 veces. Experimentó fuertes náuseas y jaquecas las cuales no impidieron su misión. Hubo un fallo en la misión y la nave en la que viajaba Tereshkova se iba a alejar de la tierra, pero pudo arreglar el problema y hacer que siguiera en órbita alrededor del planeta. Además, durante la misión contactó por primera vez en la historia con una nave distinta a la suya en el espacio, la Vostok 5, en la que iba su compañero cosmonauta, Valeri Bykovsky.
Cuando regresó del viaje no pudo ponerse de pie hasta un mes después de la misión. Fue obligada a tener un hijo con su marido cosmonauta, Adrián Nikolaiev, para un experimento biológico que ya se había hecho con perros, pero no con humanos. En este, quisieron afirmar si los hijos de algún astronauta tenían algún efecto secundario por el viaje de Valentina al espacio.
Tras la misión, Valentina ingresó en la Academia de la Fuerza Aérea de Shukovski graduándose como ingeniera espacial y trabajó en el programa espacial como colaboradora científica del Centro de Entrenamiento de Astronautas. Siete años más tarde obtuvo el doctorado en ingeniería.
Su misión fue un éxito rotundo, por el hecho de que una mujer fuera enviada al espacio, lo que mostró al mundo que la Unión Soviética era capaz de avances científicos sin precedentes, independientemente del género.
Durante su carrera ha ganado numerosos premios. Entre ellos, el título de Héroe de la Unión Soviética, la medalla de Oro de la Paz de las Naciones Unidas, y diversos premios internacionales por su trabajo y sacrificio. Su legado fue mas allá de la ciencia. Valentina sirvió como referente para millones de mujeres en todo el mundo demostrando que no importaba el género para aspirar a metas extraordinarias. También abrió puertas de la igualdad en lugares donde era impensable.
Actualmente, tiene 88 años. Aún no se ha recuperado del viaje y vive con la amenaza de sufrir hemorragias o romperse cualquier hueso. A día de hoy, sigue participando en actividades políticas y sociales.