Valentina Tereshkova nació el 6 de marzo de 1937 en un pequeño pueblo de Rusia llamado Maslennikovo, en la región de Yaroslavl, Rusia. Esta asombrosa mujer es conocida mundialmente por ser la primera mujer en ir al espacio. Su infancia no fué nada fácil, pues creció en una familia de campesinos los cuales tenían dificultades económicas debido a la época en la que se encontraban. Lo que le obligó a los 16 años a dejar el colegio y comenzar a trabajar en una fábrica téxtil. De mientras, Valentina también se dedicaba al deporte y en especial al paracaidismo, lo que la ayudaría a llegar donde llegó. Ingresó en un club de aviación, y Valentina se comenzaba a plantear la posibilidad de entrar en la Fuerza Aérea Soviética.
Asimismo en 1961 fue seleccionada por el gobierno soviético para formar parte de ciertas investigaciones y misiones aéreas. Le hicieron muchas pruebas físicas y psicológicas a ella y a cinco mujeres más de las cuatrocientas que había al inicio. A la postre, Valentina fue ganadora de aquellas pruebas. El 16 de junio de 1963, a bordo de la nave Vostok 6, Tereshkova despega, convirtiéndose en la primera mujer en viajar al inmenso espacio. En tan solo tres días la rusa logró dar 48 vueltas a la órbita terrestre.
Tras su vuelta a la Tierra, Valentina se había convertido no solo en la primera mujer en ir al espacio, sino también en una figura imprescindible para el avance del feminismo, demostrando que no solo los hombres tenían el valor para desempeñar funciones en el ámbito espacial.
Recibió muchos premios, medallas honoríficas, títulos de héroe de la unión soviética y premios internacionales. Formando un total de más de 80 premios.
Tereshkova también se dedicó a la política tras su vuelo al espacio, como presidenta de la Sociedad de Cosmonautas de la URSS o como diputada en el Soviet Supremo de la Unión Soviética. Pero la increíble mujer no se olvidó de la ciencia, pues a pesar de no haber regresado al espacio siguió participando activamente en proyectos e investigaciones científicas.
Hoy en día sigue siendo una figura muy respetada en Rusia, y no solo eso, sino que también en la historia del desarrollo de la participación de las mujeres en diversos campos laborales. Tereshkova nos anima a seguir luchando y trabajando por lo que queremos día tras día.