Vera era hija de George Kistiakowsky, un reconocido científico que formó parte del Proyecto Manhattan y que más tarde se desempeñó como asesor científico del presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower. Influida por este entorno intelectual, Vera construyó una carrera brillante por mérito propio, dejando un legado duradero tanto en la ciencia como en la promoción de la igualdad.
fue una destacada física nuclear y astrofísica estadounidense, reconocida tanto por sus contribuciones científicas como por su defensa activa del papel de la mujer en la ciencia.
Estudió en Mount Holyoke College, una de las universidades femeninas más reconocidas de EE.UU., y luego obtuvo su Ph.D. en física por la Universidad de California en Berkeley. A lo largo de su carrera, fue una firme mentora de mujeres jóvenes en la ciencia.
Se doctoró en química-física en la Universidad de California, Berkeley, y más adelante trabajó como profesora en la Universidad de Harvard. También desarrolló una parte importante de su carrera en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde participó en investigaciones avanzadas en física de partículas y física nuclear. Con el tiempo, su interés se amplió hacia la astrofísica experimental, campo en el que también realizó aportes relevantes.
Además de su labor científica, Kistiakowsky fue una firme promotora de la equidad de género en el ámbito académico y científico, participando en iniciativas que buscaban mejorar la representación y las condiciones de las mujeres en estas áreas.