Zaha Hadid (1950-2016) fue una influyente arquitecta iraquí-británica, reconocida por su enfoque innovador y diseños vanguardistas que desafiaron las convenciones de la arquitectura contemporánea. Nacida en Bagdad, Irak, en una época de modernización y transformación en Medio Oriente, Hadid creció en un entorno que fomentó su interés por el arte, la arquitectura y la ciencia. Desde temprana edad, mostró una fascinación por las matemáticas y el diseño, lo que la llevó a estudiar esta disciplina en la Universidad Americana de Beirut antes de trasladarse a Londres en la década de 1970 para ingresar en la Architectural Association School of Architecture, una de las instituciones más prestigiosas del mundo en su campo.
Durante sus estudios en Londres, Hadid fue influenciada por arquitectos deconstructivistas y por figuras clave como Rem Koolhaas, quien fue su profesor y mentor. Su enfoque revolucionario la llevó a explorar formas arquitectónicas no convencionales, caracterizadas por la fluidez, la fragmentación y la sensación de movimiento en los espacios estáticos.
A lo largo de su carrera, desarrolló un lenguaje arquitectónico único basado en líneas dinámicas, estructuras futuristas y el uso innovador de la tecnología digital para diseñar formas imposibles de concebir en épocas anteriores. Entre sus obras más icónicas se encuentran el Centro Heydar Aliyev en Bakú, Azerbaiyán, una estructura fluida que parece desafiar la gravedad; el Museo MAXXI en Roma, un espacio cultural que juega con la luz y la circulación; y la Ópera de Guangzhou en China, un diseño escultural que evoca la erosión natural de las rocas.
En 2004, Hadid hizo historia al convertirse en la primera mujer en recibir el prestigioso Premio Pritzker de Arquitectura, considerado el Nobel de la disciplina. Este reconocimiento consolidó su posición como una de las arquitectas más influyentes del siglo XXI y abrió camino para futuras generaciones de mujeres en un campo tradicionalmente dominado por hombres.
A lo largo de su carrera, recibió numerosos galardones, incluidos el Premio Stirling y la Medalla de Oro del RIBA (Royal Institute of British Architects), esta última otorgada en 2016, poco antes de su fallecimiento. Su legado sigue marcando la arquitectura contemporánea a través de proyectos que desafían las normas espaciales y estructurales, manteniendo su espíritu visionario en cada una de sus creaciones.
Zaha Hadid no solo dejó una huella imborrable en la arquitectura, sino que también influyó en otros campos del diseño, como la moda, el mobiliario y la planificación urbana. Su impacto sigue presente en el paisaje arquitectónico global, y sus ideas continúan inspirando a arquitectos y diseñadores de todo el mundo.